La luz se ha sumergido en la tierra:
la imagen del scurecimiento de la luz.
Así el noble convive con la gran muchedumbre;
oculta su resplandor y permanece lúcido sin embargo.
En tiempo de tinieblas es cuestión de ser cauteloso y resevado. No debe uno atraer inútilmente sobre sí poderosas enemistades por causa de una conducta o de modales desconsiderados. Si bien en tales épocas no debe uno compartir las costumbres de la gente, tampoco deben estas sacarse críticamente a la luz. Son momentos en que es necesario no pretender, en el trato con la gente, que uno lo sabe todo. Muchas cosas hay que deben dejarse como están y no acceder, no obstante, al embaucamiento y caer así en el engaño.
Sepica te importa que ponga estos textos?