¿Qué es la caricia interior?
> ¿Cómo realizarlo?
> Los consejos prácticos
> Para conseguirlo
> ¿Qué ventajas tiene?
Los dos sexos se acarician el uno al otro, sin que los cuerpos tengan que moverse, como ocurre en la relación sexual clásica en donde predomina el movimiento de va-y-ven del pene en la vagina.
¿Cómo realizarlo?
Basta con que el pene penetre en la vagina sin moverse. Para ello, es necesario desearse mutuamente, para obtener al mismo tiempo una erección y lubrificación vaginal.
La caricia se realiza mediante un movimiento interior de los sexos: el pene se mueve cuando el hombre contrae los músculos de su perineo, por lo que se levanta y acaricia el interior de la vagina. La mujer aprieta su vagina alrededor del sexo de su pareja. Y los dos movimientos se responden el uno al otro.
Los consejos prácticos
La posición más propicia para la caricia interior es la siguiente: acostados los dos de lado, tu espalda contra su vientre. Podéis permanecer bastante tiempo así, sin cansaros. Si deseáis practicar juntos, es indispensable comentarlo antes. Si no, tu pareja te preguntará por qué, de repente, no quieres moverte.
Para conseguirlo
Tómate todo el tiempo, ya que es necesario para experimentar y descubrir los movimientos adecuados. Las sensaciones obtenidas son extremadamente agradables y para apreciarlas completamente, hay que aprender a percibir el placer de unas caricias mucho más suaves que los movimientos de va-y-ven. Es algo que se consigue con la práctica.
Piensa que si tus sensaciones son poco interesantes es, sin duda, porque vuestros perineos carecen de musculatura suficiente, signo de que no trabajan demasiado. El movimiento del pene es entonces muy pequeño y la contracción de la vagina muy débil, de ahí la poca intensidad de las sensaciones. En este caso, un poco de musculación ayudaría a trabajar a estos músculos y, por consiguiente, a aumentar vuestro placer.
¿Qué ventajas tiene?
Son muchas. A demás de variar los placeres, algo que siempre resulta agradable, la práctica de la caricia interior puede ayudar a los hombres que tienen tendencia a eyacular demasiado rápido, a conseguir que el placer dure. Su estimulación física, al ser más ligera, consigue contener más la excitación.
El placer femenino, al ser sensible a la lentitud y a la presión, se encuentra rápidamente muy a gusto. Por ello, suele ser un agradable y sensual descubrimiento para la mujer.
A demás, cada movimiento conduce a una emoción: si el va-y-ven rápido se corresponde con la excitación, la presión lenta de la caricia interior se corresponde más bien con la sensación de amor tierno. Es por tanto, una manera de abrirse a los sentimientos asociados al acto sexual.