> ¿Cómo empezar?
>¿Dónde exactamente?
> Acariciar el clítoris :
> Acariciar la vagina.
> Acariciar la vulva..
Es complejo, ya que el sexo femenino es más complicado que el sexo masculino. A demás, como cada mujer es diferente, es necesario un aprendizaje para cada mujer.
> ¿Cómo empezar?
¡Nunca por el sexo! En general, una mujer detesta que su pareja vaya directamente a acariciar sus partes íntimas. El sexo femenino es como un animal salvaje: hay que mimarlo, si no, se encierra en sí mismo.
Para un hombre es esencial saber que necesita al menos tres veces más de tiempo de lo que le gustaría a él para preparar el acercamiento a una mujer. Es la condición necesaria para conseguir aumentar la excitación de la mujer. Impresindible saberlo y llevarlo a la práctica.
> ¿Dónde exactamente?
Ir acercándose cada vez más a la zona sexual, partiendo de los muslos, del vientre, de las nalgas... Para una mujer, el lugar donde el placer es " exquisito ", es siempre el clítoris, ya que ahí se encuentran numerosos captadores de placer. El clítoris es realmente el órgano starter del orgasmo femenino. La vulva también es sensible a la excitación, se hincha bajo el efecto del deseo y es sensible a las caricias, incluso cuando el placer es menos intenso. Y al interior de la vagina también le gusta ser explorado
> Acariciar el clítoris:
El clítoris puede ser considerado como el punto de placer orgásmico femenino, mucho más que el punto G. Las caricias deben ser adaptadas para cada mujer. No existen reglas en la materia. A priori, la suavidad y la dulzura son importantes, teniendo en cuenta la sensibilidad del lugar. Pero algunas mujeres aprecian una presión relativamente firme, mientras otras no quieren que las toquen, debido a la fuerte excitación que le producen las caricias alrededor de la zona. Para ellas, todo contacto directo que procura sensaciones demasiado fuertes, les resulta insoportable. Por si no lo sabías, es lógico comenzar despacito y con suavidad, aunque siempre le puedes preguntar lo que prefiere.
> Acariciar la vagina.
A la vagina no siempre la gustan las caricias interiores. Sin embargo, las necesita. Efectivamente, se trata de un órgano interno que no tiene muchas ocasiones de contactos. Ésta es la razón por la que suele estar poco "despierta" al placer. Por ello, son muchas las mujeres que se quejan de su falta de sensibilidad y de la imposibilidad de alcanzar el orgasmo. Y es normal, ya que para alcanzarlo, tiene que aprender a disfrutar del placer de los encuentros, de los contactos, y esto no se consigue con una sola experiencia. Para aprender, necesita tiempo.
Sobre todo es sensible a la presión relativamente apoyada o firme, a la lentittud y no a las caricias vivas y ligeras, como puede ser el caso del clítoris.
Explora todas estas facetas, insistiendo en los lados que se encuentran cerca de la entrada de la vagina, porque pasan por terminaciones ligadas al clítoris. Aunque en la zona de la parte del vientre (a unos 4 centímetros de la entrada) es donde se situa el famoso punto G. A demás, las sensaciones que se obtienen estimulando la parte interna de la vagina son también muy apreciadas.
> Acariciar la vulva.
Es una pena que a veces quede relegada a un segundo plano, ya que la parte externa del sexo femenino también aprecia las caricias. Durante la excitación sexual, los labios pequeños se hinchan como el pene y se vuelven más sensibles a los contactos amorosos. También, la zona que se encuentra alrededor del ano puede ser extremadamente voluptuosa. Piensa también en acariciar el monte de venus ya que el tronco del clítorus comienza por subir a lo largo de este hueso del pubis, antes de sumergirse en las profundidades del cuerpo. Una caricia-mensaje puede provocar intensos momentos de placer.