acariciar el sexo masculino

> ¿Por dónde empezar?
> ¿Dónde prodigar las caricias?
> ¿Qué modalidad?
> ¿Cón qué acariciar?
> Con las palabras:
Aunque se trata de un gesto simple, siempre apreciado, incluso cuando se es un poco torpe, también puede ser cultivado como un arte.

> ¿Por dónde empezar?
¿Por el sexo directamente? Existen diferentes y variadas zonas que pueden ser acariciadas, pero no sabes cómo proceder. De hecho, toda la zona sexual, incluida toda la zona que rodea al sexo, es muy sensible al placer: el interior de los muslos, los glúteos y la parte inferior del vientre. Puede que sea por ahí, por donde haya que comenzar, ya que la espera hace aumentar el placer. Si acaricias directamente el pene, es agradable, pero si es más excitante hacerse esperar, empezando por las zonas de alrededor. Sin embargo, hay que tener cuidado de que esta "preámbulo" no dure demasiado, ya que podría resultarle insoportable.

> ¿Dónde prodigar las caricias?
Si imaginas el blanco de una diana con un punto central que sería el más sensible, este punto estaría representado por el freno del glande. Es el lugar más reactivo al placer, el más rico en captadores de los deleites sexuales. A continuación le sigue la corona del glande, línea que es como un anillo entre la zona de piel y la mucosa más rosa. En un tercer nivel, el glande en sí mismo. Le sigue el tronco del glande y los testículos, así como la zona que rodea al ano. El tronco del glande es un lugar particularmente receptivo a las caricias marcadas. Es el cuerpo esponjoso, cilíndrico por debajo del pene, siempre un poco blando, incluso en erección. Le gusta que le apliquen un masaje vigoroso y marcado.

>¿ Qué modalidad?
Todo es cuestión de tacto y habilidad. Cuanta más sensibilidad tengas en un punto, mayor prueba de suavidad habrá que hacer. Pero cuidado, a pesar de las generalidades, cada cuerpo es diferente. Puede que tu enamorado no sea como todo el mundo y prefiera las caricias en el tronco del pene a las del glande. Por ello, en una pareja es indispensable el intercambio de explicaciones, si realmente queréis daros placer mutuamente.
Idem para el ritmo de las caricias. No creas que la velocidad del frote es sinónimo de mayor placer. Una caricia muy lenta a veces, puede producir un inmenso placer. De nuevo, pídele que te guíe para conseguir un mayor placer mutuo.

> ¿Con qué acariciar?
Con tus manos, evidentemente. Son tus instrumentos naturales y sería una pena que le privases de ellas. Pero no te olvides de que si tienes un cuerpo, es para utilizarlo. También puedes acariciarle con otras partes muy sensuales.
Los senos, aunque no sean muy hábiles, son muy flexibles y suaves y procuran sensaciones muy apreciadas. Tus pies también pueden hacerlo, a condición que los utilices con suavidad. A demás también puedes acariciar otra parte con tus manos al mismo tiempo. Y por supuesto, tus labios, tu boca, que son muy móviles, suaves y saben bien cómo procurar placer...

> Con las palabras:
Las mejores caricias parecen ser las caricias de la mente. En efecto, mientras que acaricias su cuerpo, piensa también en acariciarle con tus palabras. Palabras de admiración (dile que es guapo, que es tierno, que te gusta...), palabras de amor, excitantes (dile que le deseas, que te procura placer…)
Y depués, piensa en pedirle si quiere más, de otra manera (más despacio, más rápido, más fuerte...)
Hablando, aumentarás claramente el efecto de vuestras caricias manuales o corporales.